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Examen de selectividad curso 2012/2013 - Lengua castellana y Literatura

Artículo 3. MARZO

Un día salió el papa Luciani al balcón del Vaticano, abrió los brazos hacia la humanidad y proclamó: “Dios no es padre, es una madre”. El cardenalato y los teólogos más conservadores pensaron que había perdido el juicio. Poco después este pontífice fue obligado a descubrir el verdadero género de Dios en el fondo de una taza de té muy cargado. Pese a todo, no parece que la proclama de Luciani fuera muy revolucionaria, puesto que los primeros dioses eran maternidades, figuras femeninas de abultado vientre, de donde manaba la vida y por eso fueron adoradas. La Iglesia católica no va a salir de la crisis hasta que no acepte el sacerdocio de las mujeres. Nada más lógico. El cuerpo de la mujer está más estructurado que el del hombre para servir de médium hacia ese sustrato misterioso de las energías espirituales, que según Jung es más profundo que el sexo, contra la teoría de Freud. En las iglesias luteranas está creciendo el número de sacerdotisas. En el templo neoclásico Vor Frelser Kirke, en Copenhague, asistí a un oficio religioso dirigido por una amiga, la pastora Hanne Bro, antigua periodista. Nunca he visto a un ser que brillara con tanta naturalidad en el altar frente a unas bancadas de hombres curtidos arrodillados ante su embrujo. Es una obtusa obcecación machista desperdiciar esa energía. Por otra parte, gracias a que las iglesias presbiterianas de Norteamérica dejaron entrar a los esclavos negros en sus capillas y les permitían incorporarse a sus cánticos tenemos hoy el góspel, el soul y el blues. 

Artículo 2, marzo

  

Después de la lucha por los sándwiches de Nocilla, lo mejor de los cumpleaños era el rato de la calle. En toda fiesta que se precie había cerca una calle en la que jugar, un patio, un garaje, una esquina sin salida, donde el cumpleañero y sus amigos recibían como anfitriones a los del cole en su lugar sagrado de divertimento diario. Ese lugar en el que a la hora de la cena se escuchaba la llamada de una madre desde alguna ventana. Los cumpleaños formaban una temporada completa de partidos fuera de casa, un calendario festivo que permitía conocer el juego en media ciudad. Mismos ingredientes, diferentes formatos, y muchas veces, preciosas novedades. Las reglas, las ponían ellos, los que recibían. Cuando tocaba cumple en el patio de casa uno hacía por sacar pecho, y mostrar las bondades de nuestro campo de juegos, en mi caso, el patio. Por eso ofrecíamos un completo, con fútbol, churro, mosca, chapas y guerra de globos de agua con los del patio de enfrente.

 En la pared, una portería pintada, en el suelo, circuitos de chapas, zona de peonzas, jardín para el barro y gua de canicas, zona oscura y semi prohibida, vallas que saltar, garajes en los que se cuelan los balones, solares, altillos para encanar la pelota, farolas para torturar, bancos en los que se sientan las madres, la zona de las niñas, combas, elásticos, postes de porterías pintados en bordillos, salientes que hacen de canasta… Paseando por los recovecos de la ciudad se podían diferenciar esos cotos privados de sueños e ilusiones, marcados con tiza y rodillas sucias. La calle era el patio de juegos del mundo en los ochenta, y se ha perdido. 

Artículo 1, marzo

Ayer reinaba la Inquisición o la voluntad despótica de un tirano, a la que estábamos sometidos; hoy sentimos la misma indefensión ante la incompetencia y la corrupción de los políticos demócratas que hemos elegido. Antes nos sobrecogía el origen desconocido de las tempestades, inundaciones, incendios y seísmos de la naturaleza; ahora el pánico se genera ante el poder que la ciencia y la técnica han concedido a la humanidad para destruir el planeta con la lluvia nuclear. Antes nos angustiaba saber que veníamos del mono; ahora nos alarma la convicción de que nuestra decadencia nos devuelve de nuevo al mundo de los simios. Cuando éramos niños, en medio de la dicha solar, teníamos miedo a los espectros de la oscuridad y durante las turbulencias de la pubertad nos sentimos acongojados por los tormentos del sexo y del infierno, por las pesadillas ante un futuro incierto. Pasados los años, al saber qué bromas macabras se gasta la naturaleza y en qué pozos negros abreva la psicología humana, se llega a esta conclusión: el terror que expele la inteligencia solo se atempera con la moral y la moral alcanza su cima con la estética. Esta es la única forma de superar con cierta dignidad las desventuras de este perro mundo.

FEBRERO, ARTÍCULO 5

Escribir habrir es una falta de ortografía tan descabellada e inverosímil que parece un signo de rebeldía, como quien escribe okupa. Sin embargo, cuando una profesora de Hispánicas —letras— y otra de Agrónomos —ciencias— repasan en común mentalmente las faltas más habituales de sus alumnos aparece pronto el dichoso habrir. ¿Cómo llegan a una falta tan rocambolesca? Probablemente, conjeturan las docentes, porque no distinguen “habría” del verbo haber de “abría” (casi siempre escrito sin acento) de abrir. Los fallos ortográficos y de expresión son frecuentes en unos estudiantes que con esa ortografía no hubiesen pisado la Universidad. Los profesores reconocen que el panorama es desolador, pero pocos bajan la nota de un examen por la ortografía y la expresión —menos aún en las carreras de ciencias— y no existen reglas comunes para baremar este asunto en los departamentos de las facultades.

“Hay algo de verdad y algo de tópico. Si no hubiera sido por la métrica, el poeta podría haber dicho tal vez ‘cualquier ortografía pasada / fue mejor’. Antes había un sector de la población que no estudiaba y que apenas sabía escribir. Ese sector hoy ha accedido a la enseñanza y, por supuesto, escribe mejor”, explica el académico Salvador Gutiérrez, que fue el encargado de coordinar Ortografía de la lengua española, el polémico volumen de la RAE. “Sin embargo, los que antes estudiaban debían someterse a un largo y duro aprendizaje de corrección idiomática y, como consecuencia, su ortografía alcanzaba un nivel mucho más elevado que el que tienen los que, por ejemplo, acceden hoy a la Universidad”.

“El problema no es solo de ortografía. También, o más, de prosodia. Es decir, la organización de la sintaxis: los puntos, las comas… Entiendo “baca”, pero puedo no entender el discurso si no se organiza bien. Es difícil de marcar, pero no se esfuerzan”, plantea Flor Salazar, profesora de Filología Hispánica en la Universidad Complutense. “Por ejemplo, está muy de moda no poner las sangrías después del punto y aparte. Hemos copiado a los anglosajones y eso tenía su utilidad”, prosigue. “Yo, cuando era pequeña, todos los días hacía una redacción. Y es lo que deberían de hacer ahora. Redacción, redacción, redacción. Recuerdo a una compañera de facultad que, hace 40 años, tuvo un cero por escribir disminutivo”.


FEBRERO, ARTÍCULO 4

Yo prefiero comprar un libro en la librería.

Tú prefieres descargarlo gratis de Internet.

Él prefiere leerlo en casa en su tiempo libre.

Nosotros leemos cada vez más en medios y formatos digitales.

Vosotros preferís leer Millenium y 50 sombras de Grey.

Ellos no leen nunca por falta de tiempo o porque no les gusta.

Estas son las claves del barómetro deHábitos de lectura y compra de libros 2012 presentado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). La mayoría son porcentajes en ascenso y positivos, pero al mismo tiempo abren grandes interrogantes sobre la sociedad española y el Gobierno y encienden la alarma sobre el futuro del ecosistema de la industria editorial y cultural.

Aunque en España los índices de lectura de libros llegan ya al 63%, el país aún está lejos de la media europea del 70%. Es decir que uno de cada tres españoles no lee nunca. Los motivos principales que argumentan los encuestados son falta de tiempo (48,8%) y porque no les gusta o no les interesa (29,9%). El barómetro se ha elaborado, vía telefónica, sobre la base de 6.700 entrevistas a personas mayores de 14 años.

Las cifras son esperanzadoras en un contexto de crisis económica y de reinvención del sector editorial. Mientras los españoles dicen leer cada vez más, por lo menos una vez al trimestre, reconocen que han comprado menos libros, un 1,9% menos. La tendencia del aumento de la lectura se ha incrementado en los últimos cuatro años. En 2009, la cifra de lectores era del 54,3%. Tal vez este ascenso se deba, según Javier Cortés, presidente de la FGEE, “al alto índice del paro, de personas que tienen más tiempo libre para leer”. Opinión compartida por Sigrid Kraus, editora de Salamandra, quien, además, expresa su optimismo por el hecho de que la gente reconozca que lee. “Se confirma”, añade, “que la lectura no está pasada de moda en estos tiempos en que se especula con que la gente lee menos”.

 

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/02/07/

FEBRERO, ARTÍCULO 3

Puede, lector, que estés leyendo estas palabras en la edición impresa del diario. O tal vez en tu ordenador, asomado al navegador de web. Puede también que las estés siguiendo en tu teléfono móvil. O a lo mejor te llegan en un e-reader, o lector de tinta electrónica. Puede incluso que las leas en una tableta.

Pero a lo mejor, lectora, has empezado a leer este artículo en tu móvil, camino del trabajo, lo has seguido en el ordenador, haciendo un alto en tus tareas, y lo terminas cómodamente en la cama, en el iPad, disminuyendo el brillo de la pantalla para no molestar al acompañante del lecho. Si has obrado así, eres una típica lectora de nuestros días, que se caracteriza por saltar de dispositivo en dispositivo dependiendo de las circunstancias. Un servicio por línea llamado Pocket (que almacena millones de artículos para su lectura futura), concluyó, a partir de los datos de acceso a sus textos, que se leía en el teléfono en horario de transporte público, en ordenador en el de trabajo, y en la tableta una vez en casa. Podría pensarse que el teléfono no estaba hecho para leer, pero tampoco estaba pensado para juegos, y ahí están los millones de usuarios de Angry Birds… Sencillamente, cuando está en el autobús la gente lee en el dispositivo que lleva más a mano.

Pero la pregunta clave es esta: ¿es lo mismo leer en cualquiera de estos dispositivos? Uno podría pensar que sí, que la noticia de la última tropelía del Gobierno nos indigna igual como titular en la primera página que como línea de texto leída en un móvil. Sin embargo, la lectura de un artículo como éste (o en general, de cualquier texto largo) tiene otros elementos. Uno de ellos es evidente: en el diario, este artículo se reparte entre dos páginas, que desplegadas abarcan más de medio metro de longitud por 40 centímetros de altura, lo que crea una experiencia de lectura envolvente.

FEBRERO, ARTÍCULO 2

El proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa elimina la obligatoriedad de enseñar Historia de la Filosofía en segundo de Bachillerato. Las consecuencias formativas serán graves. Sin esa asignatura, un bachiller desconocerá, por ejemplo, el significado de la democracia al no estudiar las aportaciones de Locke, Rousseau, Habermas; el fundamento de la justicia, al ignorar a Aristóteles, Stuart Mill, Rawls; el valor de la dignidad humana, al no estudiar a Kant y a la Escuela de Frankfurt. No podrá apreciar el arte del Renacimiento y el Barroco sin el neoplatonismo y Leibniz, respectivamente; la belleza de la poesía romántica, sin las teorías de Schiller y Hegel; el sentido de las vanguardias artísticas, sin Kierkegaard y Freud. Las literaturas española y europea contemporáneas serán incomprensibles porque Schopenhauer, Nietzsche y Sartre, serán solo nombres vacíos. Y sin Descartes, Comte o Popper, se verá incapaz de valorar el impacto social de la ciencia. Además ¿cómo entenderá la sociedad en que vive? Marx y Russell serán espectros, y Hannah Arendt, Simone de Beauvoir y María Zambrano jamás habrán existido.

La Historia de la Filosofía es la llave formativa que da acceso, integra y culmina la comprensión del resto de áreas de conocimiento. El resto es silencio.

 

  1. Explica el significado que tiene en el texto: obligatoriedad, bachiller, dignidad humana, vanguardias.
  2. Palabras o grupos de palabras de este texto que tienen similitud semántica con la idea de "conocimiento".

FEBRERO, ARTÍCULO 1

Cada día aparece alguna nueva fechoría de quien menos se le espera: derechas, izquierdas, centros, nobles, monarcas, religiosos… Nos estamos acostumbrando a este tipo de noticias y no dejamos de sorprendernos. Nuestra indignación se ve alimentada día tras día pero ninguna gota consigue colmar el vaso de nuestra paciencia, por muy gorda que la gota sea.

Si salimos a la calle y el ambiente está enrarecido, las caras lo denotan. Charlas y demás paliques en bares y reuniones versan sobre el mismo tema; parece que ya cansa.

¿Nos movemos? Sí, claro. Twitter, Facebook y demás plataformas están llenas de auténticos revolucionarios digitales, personas con indudables valores morales que encajarían perfectamente en el ideal honesto de dirigente que en el fondo esperamos.

Nuestras conciencias reclaman limpieza y por supuesto se la damos. Nos apuntamos a eventos virtuales en contra de la mayor barbaridad y firmamos peticiones online para salvar al más desfavorecido, pero, alto, ¿la cosa cambia? Parece que no, pero al menos nosotros hemos puesto todo de nuestra parte; eso sí, sin salir a la calle, sin pararnos en rotundo y sin armar mucho jaleo, no vaya a ser que nos quiten lo poco que nos han dejado.

http://elpais.com/elpais/2013/01/30/opinion/1359571367_347020.html

 

  1. Explica el significado que tiene en el texto: "gota", "ambiente", "plataformas", "honesto".
  2. Similitud semántica con la idea de "movilización ciudadana".