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Examen de selectividad curso 2012/2013 - Lengua castellana y Literatura

Artículo 12

La política está llena de lugares comunes, como no podría ser de otra manera. Esto último, “como no podría ser de otra manera”, es uno de los lugares más comunes de la política. Cuando alguien dice un tópico (por ejemplo: “creemos en la Justicia”), suele traer en su auxilio esa coda: “Como no podría ser de otra manera”. Hay políticos que tienen su sello, como Felipe González, cuyo lugar común (luego glorificado por Nicolás Redondo y por los guiñoles del Plus) fue “por consiguiente”. Aznar era más de “como no puede ser de otra manera”. Carme Chacón tiene un lugar común, una muletilla, que puso en marcha en Sevilla, a lo largo del vibrante discurso con el que se postuló para despertar al PSOE: “alto y claro”. Ahora ha vuelto a hablar “alto y claro” invocando a Gregorio Peces-Barba, a quien le atribuyó, seguro que porque conoció bien sus expresiones, esta imprecación: “de una puñetera vez”. Hay que despertar al PSOE “de una puñetera vez”.

Ahora vengo observando que en las filas del Partido Popular se ha puesto en circulación (se ha puesto en valor, podríamos decir) un lugar común que está en todas las bocas, del mismo modo que estuvo, mientras estuvieron en la oposición sus portavoces o en el poder sus líderes, la frase “como no podría ser de otra manera”. Ahora que pasó lo que sucedió con Santiago Cervera (¿qué fue lo que pasó con Santiago Cervera?) escuché a dos o tres diputados con cargo en el partido del Gobierno explicar su apoyo (¿su apoyo?) al diputado que se olvidó de que lo era y se puso a investigar en la muralla como un espía de la TIA, aquella agencia de Mortadelo y Filemón.

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