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Examen de selectividad curso 2012/2013 - Lengua castellana y Literatura

Artículo 1 para el lunes...

A fuerza de apelar a la palabra “memoria” casi hemos desterrado la otra más trabajosa, “historia”. La palabra “memoria” tiene mucho de sentimental, y está bien que así sea, está relacionada con el recuerdo azaroso de la mente humana, con lo que la memoria de cada uno astutamente clasifica en olvidos y recuerdos. También con el homenaje íntimo que rendimos a nuestros familiares, o en el tributo colectivo que dedicamos a los que dejaron algo memorable tras su marcha. No soy de las que abominan de lo sentimental. Al contrario. En España se suele confundir lo sentimental con el sentimentalismo y los creadores de ficción se esfuerzan en ser ásperos para que no se les tache de cursis. Pero puede ocurrir, como creo que de hecho ha ocurrido, que ese componente sentimental, tan de agradecer en los cuentos y en las películas, inunde como un tsunami la idea que se tiene de ciertos periodos históricos y que ya no importe lo que sucedió de verdad sino lo que cada uno de nosotros sienta y opine.

La opinión, en estos tiempos, se ha convertido en una cosa sagrada. Tan sagrada que ese opinador implacable que ha brotado de cada español se permite despreciar los datos que ignora o los libros que no ha leído o el juicio de los estudiosos para proclamar a los cuatro vientos que a él ningún puñetero historiador le va a mover un centímetro de lo que piensa. De esta manera, por ejemplo, se cumple el aniversario de la muerte de García Lorca y el comunista lo quiere convertir en comunista, el ácrata en ácrata, el gay militante en símbolo gay. Y todos parecen estar más interesados en llevarse al poeta a su terreno que en leer los reveladores libros que se han escrito sobre él o en escuchar su verdadera voz, sin permitir que una empecinada creencia la intoxique.

  1. Comentario crítico
  2. Análisis morfológico de: se ha convertido en una cosa sagrada. Tan sagrada que ese opinador implacable 

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